Esta tercera habilidad participa
justamente de ambas habilidades prácticas: la intrapersonal y la interpersonal,
en el sentido de que podemos hablar de la capacidad de motivarnos (interna, o
automotivación) y la capacidad de motivar (cuando motivamos a los demás, saber
motivar a otras personas). Por razones prácticas se considera a la motivación
formando parte del primer grupo (habilidades intrapersonales, junto con la
autoconciencia y el control emocional) pero en términos de exactitud, como se
acaba de decir, puede ser vista en sus dos aspectos: una habilidad interna y
una habilidad externa o de relación.
La definición más simple del término MOTIVAR es dar causa o motivo para una
cosa. Motivación y motivo son términos estrechamente ligados. Estas palabras
derivan del verbo latino movere que significa "moverse", "poner
en movimiento" "estar listo para la acción".
Otro aspecto de la motivación es que
se trata de una predisposición general que dirige el comportamiento hacia la
obtención de lo que se desea. La base de toda motivación, es, pues, el deseo. Y
la obtención de lo que se desea es, para el grueso de los hombres, un sinónimo
de felicidad. Las emociones son una fuente de motivación emocional. Desde un
punto de vista técnico, la motivación es la capacidad para enviar energía en
una dirección específica con un propósito específico. En el contexto de la Inteligencia Emocional
significa usar nuestro sistema emocional para catalizar todo el sistema y
mantenerlo en funcionamiento.
“Estar motivado es sacar lo que está
adentro”, dice el famoso autor Zig
Ziglar, uno de los mejores motivadores del mundo. La motivación es el
combustible que nos permite llevar a cabo lo que nos proponemos. Las personas
motivadas tienen empuje, dirección y resolución. Hasta aquí, todo lo descripto
puede ser llamado automotivación, para distinguirlo del hecho de motivar a otra
persona. Puesto en otros términos, existe una diferencia entre estar motivado y
motivar. Motivar es lograr un cambio en la conducta de otro, dirigido a un fin. En todos los órdenes de la vida la motivación
es la clave de cualquier logro y progreso. Pero en la vida laboral, hoy es la
esencia del éxito. A tal punto que uno de los más grandes dirigentes
empresarios de este siglo, Lee Iaccocca,
expresó: “NADA HAY MAS IMPORTANTE EN LA GESTIÓN EMPRESARIAL COMO EL SABER
MOTIVAR A LA GENTE”. Una motivación vale por diez amenazas, dos presiones y
seis memorandos.
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